sábado, 18 de mayo de 2013



"Sea la escarapela nacional
de las Provincias Unidas del Río de la Plata,
de color blanco y azul celeste..."
 
Decreto del 18 de febrero de 1812
del poder constituido por el Triunvirato
(formado por Manuel de Sarratea,
Juan José Paso y Feliciano Antonio Chiclana,
y Bernardino Rivadavia como secretario).


El Origen de la Escarapela

El Día de la Escarapela, como 18 de mayo, fue instituido por el Consejo Nacional de Educación, en el año 1935. (Res. 13-5-1935, Expte. 9602-9º-935).
El origen de los colores de la escarapela y las razones por las que fueron elegidos para simbolizar a la Patria no pueden establecerse con precisión.
Entre muchas versiones, una afirma que los colores blanco y celeste fueron adoptados por primera vez durante las invasiones inglesas (1806-1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego empezaron a popularizarse entre los nativos. Se dice también que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.
Lo cierto es que el 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano -mediante una nota- solicitó al Triunvirato que se fije el uso de la escarapela nacional. "Manuel Belgrano no vio el cielo celeste y las nubes blancas, y en esto se inspiró para crear la Bandera nacional (...)"
(Fuente: Martín A.Cagliani: La Página del Conocimiento). Se fundaba en que los cuerpos del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario uniformarlos a todos, puesto que defendían la misma causa. El 18 de febrero de ese año, el Gobierno resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul celeste.

"(...) Entusiasmado con la medida, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores y la hizo jurar el 27 de febrero. Ese mismo día, el Triunvirato ordenó a Belgrano hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui. El general emprendió la marcha al norte de inmediato y,  por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del gobierno a la nueva bandera." (Fuente: Historia Visual de la Argentina, Clarín, Capítulo 21, “La Revolución y el Alto Perú (I)”, ‘Belgrano crea la Bandera’)
Ese 27 de febrero de 1812 Belgrano inauguró las baterías Libertad e Independencia e informó al Gobierno: "Siendo preciso enarbolar la bandera, y no teniéndola, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional..."
"(...) Los colores nacionales se usaron en la Argentina desde 1811, en la escarapela famosa erróneamente atribuida a la distribución de French y Beruti del año anterior. Provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España). La escarapela blanca y celeste ya había sido utilizada por Pueyrredón y otros camaradas durante las Invasiones Inglesas. La escarapela es creada por decreto el 18 de febrero de 1812 (...)" (Fuente: Martín A.Cagliani: La Página del Conocimiento)  


La Escarapela es el primer símbolo patrio, y fue oficialmente creada por una iniciativa propuesta por Manuel Belgrano desde Rosario. Aprobada por el Triunvirato el 18 de febrero de 1812, se conmemora desde 1960 el 18 de mayo.


              La iniciativa para que la escarapela argentina tuviera su día de conmemoración nació de los profesores Carmen Cabrera, Benito Fabre y Antonio Ardissono, quienes en 1935 propusieron recordarla cada 20 de mayo. El Consejo Nacional de Educación consintió la celebración pero alteró el día, y lo trasladó al 18 del mismo mes sin argumentar el cambio. Recién en 1941, el Consejo lo instituyó como Día de la Escarapela.
            En 1951, amparado en la tradición de que el 19 de mayo de 1810 varias damas porteñas se habrían adornado con rebozos celestes ribeteados con cintas blancas, el Ministerio de Educación fijó la fecha para el 19. El colorido relato se originó en una publicación titulada La Gran Semana de 1810 - Crónica de la Revolución de Mayo, donde se dieron a conocer los sucesos de aquellos días por varias cartas halladas en un baúl perteneciente a Marcelina Orma. Las cartas, que no eran originales sino copias de una misma letra, firmadas con simples iniciales y carentes de autenticidad, despliegan una emotiva secuencia novelada de los acontecimientos vividos entre el 19 y el 25 de mayo de 1810. La pluma creadora se atribuye a Vicente Fidel López (de hecho, se aclara en la obra que fue “Recompuesta y arreglada según la posición y opinión de los Promotores por V.F.L.”). Este autor se caracterizó por priorizar la tradición, el testimonio oral y la reconstrucción imaginativa de la historia por sobre las fuentes documentales.

               En cambio, se conservan documentos que revelan que el lunes 21 de mayo de 1810 los patriotas, liderados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, comenzaron a llevar en el sombrero y en sus casacas cintas blancas en señal de unión entre criollos y españoles europeos.

              Lo cierto, también, es que el 18 de febrero de 1812 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata decretó la primera escarapela nacional blanca y azul-celeste en reemplazo de la roja española. El modelo, redondo de fondo blanco y centro celeste, fue estrenado en Rosario el día 27 junto con la novedosa bandera creada por Manuel Belgrano, quien en proclama a sus soldados arengaba: “En este punto [refiriéndose al sitio donde se instalaba la Batería de la Libertad] hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro excelentísimo gobierno…”. El cambio al actual distintivo de tres círculos concéntricos celeste, blanco y celeste se habría producido durante la guerra contra el Imperio del Brasil (1826-1828), de acuerdo a evidencia iconográfica y material.

           El Consejo Nacional de Educación, por Resolución del 12 de mayo de 1960, restableció el festejo para el 18 de mayo, que rige hasta el presente.  


           Más allá de las idas y venidas respecto de
 
cuál debiera ser la fecha más adecuada para la

 celebración, lo permanente es el orgullo de 

lucir
 
cercano a nuestro corazón uno de los símbolos 

que nos identifica como Argentinos...



Confecciona tu mismo la escarapela que llevarás  siempre.



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